Vie. Abr 19th, 2024

José Antonio Primo de Rivera, asesinato

José Antonio Primo de Rivera, el 14 de marzo de 1936, ingresó en prisión en la cárcel Modelo de Madrid, por tenencia ilícita de armas, como excusa para asesinarle. El 5 de junio de 1936 fue trasladado a la cárcel de Alicante. En el comienzo de la Guerra Civil Española, José Antonio seguía en la cárcel de Alicante.

Juicio ilegal contra José Antonio

José Antonio, habló de la doctrina de Falange ante sus jueces, de los motivos que le habían llevado a constituir aquel movimiento juvenil. Lamentó que la mayoría no hubiera llegado a entender aquel propósito generoso. Porque, de haber sido así, de haberse comprendido lo que Falange significaba. Ni él estaría ante un Tribunal, «ni otros matándose por los campos de España». Defendió la insurrección a la que Falange se había sumado, negando que pudiera calificarse de un golpe mercenario. Pero esperó. Con reticencias que habrían sido mayores de tener más información. Que sus camaradas y «su ardorosa ingenuidad no sea nunca aprovechada en otro servicio que el de la gran España que sueña la Falange».

“Ojalá fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles. Ojalá encontrara ya en paz el pueblo español, tan rico en buenas cualidades entrañables, la Patria, el Pan y la Justicia“, palabras de José Antonio Primo de Rivera.

Pidió a Dios que acogiera su muerte. «En lo que tenga de sacrificio para compensar en parte lo que ha habido de egoísta y vano en mucho de mi vida». Rogó que la sangre ya vertida «me perdone la parte que he tenido en provocarla, y que los camaradas que me precedieron en el sacrificio me acojan como el último de ellos». Y confió en la paz merecida por el pueblo español, que al día siguiente seguiría enfrentándose en aquella contienda enloquecida.

Luego esperó en soledad antes de decir a quienes iban a morir con él, ante el pelotón de ejecución: «Valor, muchachos, que esto es solo un momento». Demasiados momentos como aquel en la España trágica, en la España ciega a sus valores, en la España de la intolerancia y de la inclinación al exterminio de hombres y de ideas. Demasiados momentos que segaron la vida de hombres y mujeres que merecieron, entre todos, una gran nación. Y, de uno en uno, la piadosa, la radiante, la perfecta eternidad.

José Antonio Primo de Rivera, juicio.

Las últimas palabras de José Antonio Primo de Rivera, asesinato

En la madrugada del 20 de noviembre de 1936, en la prisión de Alicante, patio número 5 de la enfermería. Un pelotón de ocho milicianos anarquistas de la CNT y socialistas, fusila a José Antonio Primo de Rivera. Antes que a él, se fusila a dos falangistas y dos carlistas.

Las últimas palabras del fundador de Falange Española José Antonio Primo de Rivera antes de ser fusilado en Alicante

 “¿Verdad que vosotros no queréis que yo muera? ¿Quién ha podido deciros que yo soy vuestro adversario? Quien os lo haya dicho no tiene razón para afirmarlo. Mi sueño es el de la patria el pan y la justicia para todos los españoles, pero preferentemente para los que no pueden congraciarse con la patria porque carecen de pan y de justicia. Cuando se va a morir no se miente y yo os digo, antes de que me rompáis el pecho con las balas de vuestros fusiles, que no he sido nunca vuestro enemigo”.

José Antonio Primo de Rivera ¡PRESENTE!

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