Los inmigrantes se distribuyen por España sin ningún control
Ya es conocido la llegada de miles y miles de inmigrantes a las costas españolas durante los últimos días, meses y años, por no decir décadas. La llegada de inmigrantes por tierra, mar y aire desde el comienzo de este sistema corrupto del 78 ha sido constante, sin control y sin freno.
Los gobernantes no sufren la inmigración
Pero claro, los que dirigen este país que responde -o por lo menos lo hacía antes- al nombre de España no viven en lugares cercanos a estos inmigrantes. Por lo tanto, estos señores no tienen que aguantar las violaciones, la violencia, la inseguridad ciudadana -entre un largo ect- que provoca esta inmigración descontrolada. Además tienes que ver –La Guerra racial en Francia-.
Llegará el día que tengan a los inmigrantes en sus casas
Ellos -los señores que nos gobiernan- viven en lujosas casas -da igual el color político que se hagan dibujar en la solapa- muy alejados de estos inmigrantes. Lo que no se dan cuenta -o la mente no les deja darse cuenta- de que el círculo de la invasión de inmigrantes irá haciéndose más pequeño. Por lo tanto, llegará un momento que la inmigración también estará en la puerta de sus mansiones y barrios de lujo y desde ese mismo instante se darán cuenta de que han creado un gran monstruo que será difícil aniquilar.
Los inmigrantes se distribuyen por España sin ningún control
Ahora resulta que los miles de inmigrantes -para desbloquear la situación en las Islas Canarias- los están llevando a diferentes puntos de la geografía española en la Península Ibérica. Una vez llegan a dichos puntos geográficos se les pierde la pista y van tomando las ciudades en forma de violencia, violaciones y asesinatos.
Inmigrantes que están sin identificar y sin saber dónde se encuentran realmente. Además, por si fuera poco, se les ofrece una paga, un teléfono móvil y en muchos casos vivienda pagados con los impuestos de todos los trabajadores españoles.
Te quitan el trabajo. Te quitan el dinero. Y encima crean delincuencia en las calles de España. Pero el señor Marlaska -el Ministro de Interior- tiene la solución. Y no es otra que atacar y denunciar a “todos los racistas”. Que no estén dispuestos a que violen a sus hijas, les roben el dinero o que ocupen tu vivienda.
